Discurso de
Andrzej Jaroszynski
Ante la Conferencia de Berlín, 26 de abril de 2007
Damas y Caballeros,
Estoy representando Polonia, un país que ha sufrido tremendamente durante su historia. Más de un siglo de dominación extranjera, dos guerras mundiales y cuarenta años del régimen comunista, esto es una parte de nuestra herencia. Pero gracias al movimiento de Solidaridad y los esfuerzos de nuestra oposición democrática, hemos llevado a cabo una transformación económica y política bien exitosa. Hoy, Polonia es miembro de la UE y de la OTAN, cooperando de forma activa con sus socios en la construcción de las relaciones amistosas con todos los países del mundo, basadas en igualdad y respeto mutuo.
Como un país que ha sufrido las consecuencias de un sistema dictatorial y represivo, estamos profundamente unidos a las ideas de derechos humanos y libertades cívicas, como la libertad de expresión, prensa, reunión y religión. Por esto mismo estamos muy preocupados por la mala situación en Cuba. Casi no existen intentos de iniciar reformas económicas y sociales que se necesitan para mejorar el nivel de la vida cotidiana de la gente cubana. Lamentamos tener que decir que no ha mejorado la situación de los derechos humanos en la Isla. A los cubanos se les niega el derecho a expresar libremente su opinión, realizar actos políticos y sociales sin correr el riesgo de estar castigados por el hecho de tener una visión distinta a la oficial. Mucha gente permanece encarcelada por sus intentos de expresar pacíficamente su opinión política. Otros tipos de represión – intimidaciones, detenciones cortas, amenazas y los llamados actos de repudio – no han cesado.
Polonia ciertamente no apoya la política de interferir en los asuntos interiores de estados soberanos. Todos los países y todas las naciones tienen el derecho a decidir sobre su futuro y a construir su sistema político, económico y social, al igual que tienen derecho a tener un gobierno libremente e independientemente elegido por el pueblo – bajo la condición de que las elecciones son libres y se respeta la voluntad de los ciudadanos.
Reiteramos que los cubanos deberían tomar una decisión libre acerca de la realidad política, económica y social de su país. Pero ¿es posible alcanzar un avance económico y desarrollo social sin la libertad política y observancia de los derechos humanos? Para llegar a la prosperidad y desarrollo en todas las esferas de la vida, Cuba no puede quedarse sola, Cuba no puede estar aislada.
Como dijo Juan Pablo II, un gran polaco y abogado de la dignidad humana: “Cuba se debería abrir al mundo y el mundo se debería abrir a Cuba”. Para nosotros, creo, esto debería ser la mejor pauta de nuestra política, al igual que para los que prefieren la libertad a la dominación y el desarrollo al estancamiento.
Por supuesto que Polonia quisiera armar una relación normal y amistosa con Cuba. Como un país que pasó por una pacífica transición política y económica, estamos dispuestos a compartir nuestra experiencia con todos los sectores de la sociedad cubana. Es más. Creemos que Cuba necesita SOLIDARIDAD, necesita la asistencia de la comunidad internacional. Hay muchos países de la misma idea, que comparten estos valores básicos como la democracia, estado de derecho y observancia de los derechos humanos. Estos principios han creado una fundación para la cooperación entre las naciones europeas, latinoamericanas y para la cooperación birregional entre la UE y América Latina, al igual que entre la UE, América Latina y los EE.UU. Todos estos socios tienen una larga tradición de contactos amplios, basados en franqueza mutua y comprensión.
Teniendo presente todo esto, no veo ninguna razón por la cual Europa, América Latina y los EE.UU. no debieran trabajar juntos para encontrar una actitud común en su política hacía Cuba. Ya existe un campo común en nuestra política – el compromiso de las naciones de Europa y América Latina y los estadounidenses hacía la economía del mercado, la democracia y especialmente la protección de los derechos humanos. Con el fin de ayudar a construir una sociedad pluralista en Cuba, deberíamos tomar pasos más dinámicos para llevar a cabo nuestras políticas hacía Cuba, concentrándonos en la mantención del contacto normal con las autoridades cubanas y en el desarrollo de un diálogo intensivo con la oposición y la sociedad civil.
Estoy profundamente convencido de que tenemos a nuestra disposición herramientas suficientemente eficientes. Sólo necesitamos demostrar más flexibilidad y coraje en nuestras políticas individuales y hacerlas más abiertas con el fin de armar un punto de vista común hacía Cuba. Juntos podemos lograr mucho más en tiempo relativamente corto. Nuestro éxito se convertirá en el éxito de la gente de Cuba.